Características
El conceptismo opera
con los significados de las palabras y con las relaciones ingeniosas entre
ellas. Por todo lo dicho, los recursos formales más usuales son la elipsis,
el zeugma, la anfibología y polisemia, antítesis, equívoco, paradoja o la paronomasia. El estilo conceptista se hace lacónico y sentencioso.
La elipsis es una figura retórica
que consiste en la supresión de algún término de la oración, que aunque sea
necesario para la correcta construcción gramatical, se sobreentiende por el
contexto.
Ejemplos:
Yo llevaba las flores y ellos, el incienso.
Zeugma eses una de
las figuras de omisión. Es una figura de construcción
sintáctica que consiste en utilizar una sola vez una palabra común para varias
unidades análogas de la oración (un verbo para varios sujetos, un adjetivo para
varios sustantivos, etc.), aunque ésta se refiera a otras más del periodo, sólo
se expresa en uno de ellos y ha de sobrentenderse en los demás. Consiste en la elipsis
en una oración
de un término enunciado en otra contigua.
La anfibología es el empleo de frases o palabras con más de una interpretación.
También se la llama disemia (dos significados) o polisemia
(varios significados) aunque estrictamente hablando una polisemia no es siempre
una anfibología.
Una anfibología puede dar lugar a importantes errores de interpretación si
se desconoce el contexto
discursivo del enunciado anfibológico, también suele ser un recurso
para sofisticar
El Conceptismo propiamente dicho, que
consiste en la concentración de significado en un
mínimo de forma sonora significante
por medio del abuso de los recursos de la elipsis.
Igualmente, en el conceptismo propiamente dicho se recurre a juegos
de palabras para acumular en las palabras significados que realmente
no poseen, por medio de frecuentes anfibologías o
dobles y aun triples sentidos. El conceptismo, pues, abusa de la Retórica creando un
lenguaje sumamente figurado y críptico. Lo hace a todos los niveles, tanto en
el lenguaje germanesco y vulgar como en el más alquitarado y sublime de la
lírica amorosa o la oratoria política y religiosa. Esta rama del conceptismo,
sin embargo, halla tasa en la precisión del lenguaje: aunque el desciframiento
del texto sea dificultoso, no se dice nada que no sea oportuno a la función de
lo que se pretende decir, y no es la dificultad la que se persigue en sí misma,
sino la precisión de los múltiples significados al propósito de la obra.
·
El conceptismo se sitúa en un término medio entre la voluntad de expresar
ideas y conceptos y la ingeniosidad verbal (utilizar mucha variedad de
palabras)
·
El conceptismo no desarrolla las ideas sino que las hace brotar del
contacto o del choque entre las palabras.
·
Esta forma de hablar se utilizó por pocas personas y sólo era para el que
era capaz de entenderlo. El lector culto.
·
Ellos preferían la hondura del pensamiento, el juego de palabras, la
antítesis o paradojas...
·
El estilo utilizado era lacónico (breve, conciso) y entrecortado. En
realidad corresponde a una literatura de tipo didáctico o moral.
·
Los representantes del conceptismo son Francisco de Quevedo y Baltasar
Gracián.
No hay comentarios:
Publicar un comentario