En el siglo
XVII los reyes ya no gobiernan
personalmente. Vagos, débiles o incapaces, dedicados al ocio o a
diversiones cortesanas, entregaron las funciones de gobierno a personas de
confianza, los validos, que actuaban como primeros ministros, aunque no
tenían cargo oficial, sólo la amistad del monarca. Estos validos (privados o
favoritos), que se sucedieron en el gobierno de los Austrias menores,
fueron hombre ambiciosos,
intrigantes e impopulares.Algunos fueron valiosos; pero otros, por el contrario, incapaces. Y todos ellos
contribuyeron a la decadencia progresiva de la Casa de Austria hasta su
desaparición, a finales del siglo XVII.
- Felipe III(1598-1621):
El Duque de Lerma dominó la
situación durante el reinado de Felipe III. Este valido fue un político mediocre
pero de ambición desmesurada. Utilizó el valimiento para su enriquecimiento personal,
fue tan escandaloso que finalmente fue apartado, pero dejó en su lugar a su
hijo el Duque de Uceda, inaugurando el nepotismo. Trasladó la Corte de Madrid
a Valladolid entre1600 y1606 porque recibió un buen importe por los dirigentes
de esta ciudad. El hecho más
importante de política
interior con Felipe III fue
la expulsión de los moriscos (Valencia -1609; Aragón y Castilla -1610),descendientes
de los musulmanes bautizados en la época de los RR.CC., que ya se habían
sublevado durante el reinado de Felipe II (sublevación de las Alpujarras).Las
razones de esta expulsión son complejas. La Corona y el pueblo miraban a los moriscos
con reticencia puesto que no se integraron con el resto de la población
española y no se comportaban como auténticos cristianos. Además conspiraban
todavía con los peligrosos piratas berberiscos y los turcos. Sin embargo, la
causa principal debió ser de motivo propagandístico para esconder el deshonor y
desprestigio de aceptar la Tregua de los
Doce Años ese mismo año 1609. Las consecuencias demográficas de
esta expulsión fueron nefastas (una pérdida de 300.000 personas), y fueron
especialmente graves en Valencia y Aragón, donde los moriscos mantenían una
fértil agricultura.
En el
siglo XVII toda Europa vivió una intensa decadencia demográfica y económica, pero
dicha decadencia fue mucho más grave en España. La Crisis demográfica supuso un
descenso de la población: ocho millones de habitantes en 1600; siete en 1700. Esto
fue debido a la persistencia de la peste
(Peste Atlántica de 1597-1602;
1647-52; 1676-85), la expulsión de los
moriscos, las dificultades económicas
(escasez de matrimonios, aumento de la emigración y del clero para evitar el
hambre, aumento de la mortalidad por desnutrición) y las guerras constantes.
La
Crisis económica fue generalizada tanto en la agricultura como en la
artesanía por el descenso demográfico, la mala política fiscal y la competencia
de la artesanía del norte de Europa. Además, el contrabando inglés, holandés y
francés hundió el monopolio comercial con América.
La Crisis fiscal se hizo aún más grave que en el siglo XVI,
especialmente tras la reanudación de la guerra durante el reinado de Felipe IV
(1621). Los exorbitantes gastos bélicos y el hecho de que cesaran los Caudales
de Indias llevaron a la Corona a constantes bancarrotas. Las reformas
hacendísticas de Olivares (Red de Erarios, Unión de Armas) intentaron paliar
esta situación, pero al ser rechazadas se tuvo que recurrir a soluciones
económicamente nefastas: venta de títulos y cargos públicos, aumento de los
impuestos indirectos (servicio de millones, impuestos sobre la sal) y la peor
de todas: las alteraciones y manipulaciones monetarias (acuñación de
moneda de vellón, adulteración de la cantidad de metales preciosos, etc.). Las manipulaciones
monetarias provocaron una inflación galopante y un desbarajuste monetario. A
pesar de que tradicionalmente se ha considerado que la crisis se superó gracias
a las medidas reformistas de los Borbones, en realidad se comenzó a remontar a
fines del siglo XVII, a partir de 1680.
La recuperación fue mucho más
temprana en la periferia que en el centro, de modo que el peso demográfico y
económico reforzó a las zonas litorales mientras el interior se debilitaba. Así
hay que mencionar la temprana recuperación de Cataluña que, a partir de 1700 se
convierte en una de las regiones más prósperas de España. La sociedad española
del siglo XVII sufrió un retroceso en un sentido conservador. Así mientras la
burguesía iba desarrollándose en los países del Norte de Europa, en España
aumentó numéricamente la nobleza y el clero. La nobleza recuperó parte de su
influencia política y en general, toda la sociedad se vio influida por los
caducos ideales nobiliarios (honra, apariencia de grandeza, desprecio al
trabajo). Se habla de una “Traición de la burguesía”, la débil
burguesía española hace suyos algunos ideales nobiliarios, se hace rentista y
abandona cualquier riesgo empresarial. El campesinado es el gran perjudicado
del siglo XVII, sometido a la crisis económica y ala fortísima presión fiscal
sufre un proceso de empobrecimiento y en parte se ve abocado al bandolerismo y
a la picaresca para sortear la crisis. Como reacción a la mala situación
económica del país, surgió en el siglo XVII un grupo de personas que elaboraban
informes o arbitrios –formulas para proporcionar a la Hacienda ingresos-y
solucionar los problemas del país, tanto políticos como económicos. Arbitristas como Fernández
Navarrete o Caxa de Lerue la hicieron un análisis muy lúcido de la situación española
y plantearon soluciones razonables e inteligentes. Defendían que
el gobierno reformar a la hacienda o diera un mejor uso de los metales
preciosos de América para mejorar la capacidad productiva de España. El
Arbitrismo influyó mucho en las reformas de Olivares e incluso en literatos
como Quevedo.
La Inquisición tenía la facultad de torturar a los
acusados y de hecho lo hacía al menos en un 30% de los casos, así como de
condenar a muerte a los encontrados culpables, ejecutándolos mediante la hoguera cuando el condenado
no confesaba.
La Inquisición también tenía el poder de prohibir y
quemar libros considerados contrarios a la religión católica. Entre ellos se
han incluido en algún momento: Don Quijote de La Mancha de Miguel de Cervantes
Saavedra, Comentarios Reales del Inca Garcilaso, El Contrato Social de
Rousseau, entre otros.
Pero sobretodo la sociedad
barroca española era el paraíso de los pícaros, las prostitutas y los truhanes,
que tanta inspiración dio a los escritores de la época ( Lazarillo de Tormes, El buscón, etc.).
Casino - Waze
ResponderEliminarRealtime driving directions to Casino - 오산 출장샵 Waze 부산광역 출장마사지 - 영천 출장마사지 3475 W Flamingo Rd, Uncasville, based on live 안양 출장샵 traffic updates and road conditions 김제 출장안마 – from